sábado, 7 de abril de 2012

Resfrió Común

La infección compromete mucosa nasal y faríngea produciendo congestión, edema y aumento de las secreciones nasofaringueas. Se manifiesta con algún compromiso del estado general, inapetencia, estornudos, tos rinorea (Puede ser mucosa o purulenta), congestión de la mucosa faríngea. Dura de 2 a 5 días y puede cursar con o sin fiebre, en los lactantes menores, por lo general, se producen vómitos y se alteran las deposiciones.


Otitis

La infección compromete el oído medio, el agente causal puede ser viral o bacteriano, siendo este último el más frecuente. Se asocia generalmente a una infección de las vías respiratorias altas, los germenes llegan al oído medio desde la mucosa nasofarigea, a través de las trompas de eustaquio. Allí producen congestión, edema y secreción, que puede ser purulenta. En algunos casos, cuando el volumen de secreción provoca un aumento de presión en el tímpano, este puede perforarlo y escurrir al exterior a través del conducto auditivo externo (otorrea). La otitis produce fiebre alta, mal estar general, molestias locales, que pueden manifestarse con dolor intenso, y disminución de la audición (hipoacusla). Existen riesgos que esta enfermedad presente complicaciones serias, que van desde una lesión crónica del oído hasta un cuadro de meningitis, por lo tanto, siempre debe ser tratada por un medico quien determinará la necesidad de usar antibióticos.


Faringo-Amigdalitis 

La infección compromete la mucosa de la faríngea y amígdalas. Puede ser causada por virus o bacterias. En los lactantes menores, el origen, por lo general, es viral, en cambio, en los niños mayores es bacteriano. La infección produce congestión, edema y aumento de las secreciones, las amígdalas se aprecian rojas e inflamadas, puede haber en ellas secreción purulenta. Se presenta con dolor local, molestias para tragar, vómitos y compromiso del estado general, habitualmente cursan con fiebre. 
Esta enfermedad, muy frecuente en las edades de pre-escolar y escolar, en general es benigna, sin embargo, tiene un gran riesgo, ya que por ser el agente causal más frecuente. El estreptococo beta hemolítico del grupo A, puede originar en algunos niños, enfermedades graves como la enfermedad reumática, es por esto que siempre que un niño presenta faringo-amigdalitis se debe consultar al medico para que indique el tratamiento adecuado.


Cuidados de enfermería

  • Aumentar la ingesta de líquidos para facilitar la eliminación de las toxinas por la orina y reponer la mayor perdida originada por la fiebre, el aumento de secreciones o la presencia de vómitos y diarrea.
  • Si la alimentación del niño es artificial, los líquidos extras deben administrarse en forma fraccionada y alejados de las comidas, con el fin de evitar los vómitos y agravar la inapetencia propia de la enfermedad 
  • La alimentación debe ser fraccionada, liviana (para compensar la falta de apetito, disminuir el riesgo de vómito) y proporcionar las calorías necesarias 
  • Cuando el niño tiene tos, para evitar su exacerbación, los alimentos deben darse tibios y en forma lenta, ya que muy frió o calientes pueden aumentar la irritación de la mucosa faríngea.
  • Mantener al niño en casa para no exponerlo a cambios bruscos de temperatura y otros contagios, y a la vez, evitar que el propague la infección, solo es necesario restringir la actividad en los niños que son muy inquietos o con fiebre alta, para evitar mayor esfuerzo respiratorio, transpiración y accesos de tos.
  • Mantener un ambiente húmedo para aliviar la congestión de mucosa, hidratar las secreciones y favorecer su eliminación.
  • Si el niño permanece en cama, mantenerlo con ropa suelta y liviana cuando duerma, en lo posible, sentarlo para favorecer la transpiración.
  • Realizar un aseo nasal, especialmente en los mas pequeños que no saben sonarse. La limpieza en la nariz con algodón humedecido en solución salina, ayuda a la descongestión nasal.
  • No abrigar en exceso, el sobre abrigo puede aumentar la temperatura, especialmente si el niño tiene fiebre, o favorecer la transpiración, ambas cosas pueden agravar el problema.
  • El control del volumen debe realizarse tres veces al día (cada 8 horas), durante el periodo agudo de la enfermedad. Esta frecuencia permite conocer su evolucion y pesquisar precozmente signos de complicaciones, por lo general, un cuadro respiratorio agudo de las vías altas no cursa mas de tres días con fiebre.
  • La observación de las características de la respiración y el estado general de un niño ayudan a pesquisar posibles complicaciones. Son signos de complicación el aumento de la frecuencia respiratoria,  aparición de dificultad para respirar (aleteo nasal, esfuerzo respiratorio, quejido), tos de carácter obstructivo, disfonía, prolongación de la fiebre y aumento en el compromiso del estado general (decaimiento, palidez, somnolencia).´

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